La podemos encontrar en los diferentes viveros de la ciudad, aunque su precio suele ser algo elevado si lo comparamos con rosales u otras especies más comunes.
No requiere muchos cuidados por lo que es ideal para tener en nuestro hogar, principalmente en macetas. Los riegos pueden ser prolongados, es decir, una vez a la semana o si está en el suelo con media sombra una vez al mes.
Sus flores despiden un aroma agradable que se va perdiendo cuando son cortadas de la planta. Lo ideal es mantenerla a media sombra para una floración abundante, aunque también tolera el sol directo durante todo el día.
Esta planta es originaria de África, en la transición del desierto con la zona tropical, es por eso que los cuidados son mínimos mientras se tenga un suelo arenoso y bien drenado (similar al de su lugar de origen). Puede tenerse con tierra negra o tierra de hoja y su crecimiento y floración serán igual de espectacular.
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